I (heart) You anyway Jim!!


Hoy estaba viendo un blog acerca de uno de mis grupos favoritos: The Doors. Normalmente me entusiasma leer cosas respecto a los temas Doors/Jim Morrison porque soy super fan, pero con el pesimismo que de repente me aqueja por diferentes circunstancias, hoy me causó nostalgia y tristeza. Caigo en la cuenta más conscientemente de que la leyenda del Rey lagarto, de Mr. Mojo Risin´, Jimbo, etc. Se alimenta de idealismos poéticos que por lo general no son más que mitos magnificados por la distancia y el tiempo. Ese tipo de leyendas son valoradas más por lo que representan que por lo que en realidad son, y es por eso que cuando uno se esfuerza en verdad por imaginar lo que representaría transportar a lo terrenal esa idea y vivir esa realidad, se da cuenta que la leyenda puede no ser tan idílica. Es decir, por ejemplo en este caso, convivir a diario con Jim Morrison, tenerlo como el amigo borracho que uno no sabe cómo va a terminar después de beber, o tenerlo como novio y soportar su neurosis, sus infidelidades, su impotencia ocasionada por el alcohol y las drogas, caprichos, ausencias, su fama, etc. Es ahí cuando la leyenda aterriza y convierte a un Dios del rock en una realidad no muy cómoda.

Y bueno, supongo que todos vivimos una realidad que a veces puede ser diferente de lo que otros perciben de nosotros, pero a lo que voy es que, así como había una chica en la preparatoria que de lunes a viernes se vestía con un atuendo diferente de Michael Jackson (es enserio), hay miles como ella que navegan por la vida guíados por su percepción hiper-idealista de algún ícono o leyenda... o peor, la idealización de un cualquiera hijo de vecina que por alguna razón se convirtió en la personificación de alguna cualidad que se admira o desea. Y aunque creo que escribí todo lo anterior así como que muy propia, amarga y mamonamente, me sirvo a resumir que: la idealización suele terminar mal, y aunque es la onda ser muy fan de algo y admirar/disfrutar el trabajo de otros, no es nada la onda dejar que eso quite la perspectiva de la realidad y joda todo. Que no se malentienda, solo hago consciente mi padecimiento de idealismo, pongo sobre la mesa el hecho de que me percato de ello para decir que sigo y seguiré amando a Jim Morrison, sigo considerándolo mi compañero cósmico, NO pienso quitar el póster que tengo de él en mi pared, ni regalar o quemar los libros que tengo al respecto, pero ya no estoy segura de que en la realidad le hubiera podido aguantar todo lo que aguantó Pamela.

Assshh esto de ser un lío emocional ya está aburriendo y cansando.

Mrs. Morrison out.

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